Barcelona conquistó su 28º título de La Liga Española tras vencer (0-2)
al Espanyol en el derbi catalán, disputado en el RCDE Stadium de Cornellá. El
joven talento Lamine Yamal abrió el marcador con un disparo imparable
al ángulo en el minuto 53, y Fermín sentenció en el tiempo añadido
para asegurar la victoria y el campeonato.
El encuentro estuvo marcado
por la tensión desde el inicio, debido a un atropello múltiple ocurrido en las
inmediaciones del estadio minutos antes del pitazo inicial. Aun así, el partido
se jugó con intensidad, y la anotación de Yamal marcó un antes y un después en
el desarrollo del juego.
El Espanyol, que jugaba con la
presión de evitar el descenso, mostró garra en los primeros minutos. Urko tuvo
la primera ocasión clara a los 4 minutos tras un pase filtrado de Roberto,
aunque su remate se fue desviado. Los locales buscaban el gol con velocidad y
verticalidad, mientras que Lewandowski respondía en el área
contraria inquietando a Joan García al minuto 13.
Szczesny, clave en la portería culé,
se lució al detener un potente disparo de Puado desde la
frontal. En general, el Barcelona no se sentía cómodo y le
costaba conectar ofensivamente. La dupla defensiva formada por Christensen y
Araujo no lograba contener el ímpetu local, y los dirigidos por Hansi
Flick tardaron en encontrar su ritmo.
La calidad de Pedri,
el criterio de Olmo y la electricidad de Lamine Yamal comenzaron a aparecer tímidamente hacia el ecuador del primer tiempo, aunque
sin precisión en los últimos metros. El primer tiempo terminó sin goles y con
un Espanyol valiente que no se dejaba intimidar.
En la segunda mitad, el Barça
aumentó la presión y comenzó a encontrar espacios. Y fue entonces, en el minuto
53, cuando Lamine
Yamal firmó una obra de arte: controló fuera del área y sacó un
disparo fulminante directo a la escuadra, imposible para el guardameta. Ese gol
desató la celebración en el banquillo azulgrana y dejó tocado al Espanyol.
Manolo González intentó
reactivar a su equipo con cambios ofensivos, pero la expulsión de Cabrera al minuto 80, tras una dura falta sobre Yamal y revisión del VAR, terminó por
desequilibrar el encuentro. Aunque el Espanyol no bajó los brazos, el Barcelona controló
los últimos minutos con posesiones largas y sin asumir riesgos.
Ya en el tiempo de descuento, Fermín aprovechó una jugada rápida para anotar el segundo tanto, sellando el triunfo y
asegurando matemáticamente el campeonato de liga.
Con este resultado, el FC
Barcelona suma
su título número 28 de La Liga, reafirmando su dominio en el
fútbol español. Por indicaciones de Flick, los jugadores celebraron
discretamente en el vestuario, priorizando el respeto por el rival y los
acontecimientos previos al partido.