La presidenta Xiomara Castro aprobó este viernes, en sesión de Consejo de Ministros, el Presupuesto General de la República para el ejercicio fiscal 2026, por un monto de L469,249 millones, lo que representa un crecimiento de L38,341 millones (8.2%) respecto al presupuesto vigente en 2025.
Las autoridades subrayaron que este aumento es fruto de una mejor planificación financiera y de la recuperación de las finanzas públicas, destacando que no se ha creado ningún nuevo impuesto para la población hondureña, en contraste con los 14 impuestos aprobados durante los gobiernos del Partido Nacional.
Inversión pública
El nuevo presupuesto destina una cifra histórica de L104,000 millones a inversión pública, superando por primera vez la barrera de los 100 mil millones. Con esta asignación, Honduras se convierte en uno de los pocos países de la región que destina el 9.5% del PIB a proyectos de inversión.
Entre los principales programas se incluyen: Construcción y rehabilitación de carreteras con 8,069 millones; de hospitales, 4,381 millones; infraestructura energética, 12,578 millones; reconstrucción de escuelas, 3,408 millones.
Asimismo, se refuerzan programas sociales emblemáticos con créditos y bonos productivos en vivienda y en el sector agrícola, enfocados en los sectores más vulnerables de la población.
Desafíos fiscales y justicia tributaria
Para 2025, las exoneraciones fiscales superarán los 90,000 millones, mientras que el pago del servicio de la deuda sobrepasará los 69,000 millones. Estas cifras equivalen prácticamente al total de la recaudación tributaria, lo que reafirma la importancia de la Ley de Justicia Tributaria y de un presupuesto transparente promovido por el Ejecutivo.
El Gobierno de la presidenta Castro enfatizó que el presupuesto es un instrumento clave para el desarrollo, orientado a reducir la pobreza, fortalecer el crecimiento económico, disminuir la desigualdad y consolidar la estabilidad macroeconómica.
Estos avances han sido reconocidos por el Fondo Monetario Internacional, agencias calificadoras internacionales y, sobre todo, por la ciudadanía hondureña, confirmando que el país avanza hacia un modelo económico más justo, inclusivo y sostenible.
