Hoy se conmemora el 228 aniversario
del natalicio de José Trinidad Reyes, uno de los próceres culturales y
educativos más influyentes en la historia de Honduras y Centroamérica. En honor
a su vida y obra, el 11 de junio se celebra en Honduras el Día del Estudiante,
como un homenaje a su lucha por una sociedad educada, justa y culta.
Su legado permanece vigente no solo
por su impulso a la educación y las letras, sino por su papel como defensor de
los derechos sociales y pionero de la poesía hondureña.
Reyes nació el 11 de junio de 1797
en San Miguel de Tegucigalpa, hijo de Felipe Santiago Reyes, un reconocido
profesor de música, y María Francisca Sevilla. Desde joven demostró
inclinaciones intelectuales y religiosas, lo que lo llevó a ingresar como
novicio al Convento de los Recoletos de León, en Nicaragua, en 1819.
Durante su formación en Guatemala,
estudió a los clásicos griegos y latinos, dramaturgos españoles y literatura
mexicana, cultivando una sólida base humanista que influiría profundamente en
su vida y obra.
Fundador de la
educación superior en Honduras
Entre sus más grandes logros destaca
la fundación de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Inicialmente concebida como un centro cultural bajo el nombre de La Sociedad
del Genio Emprendedor y del Buen Gusto, esta institución se transformó en un
pilar de la educación hondureña. Reyes fue su primer rector y defensor
incansable del acceso a la educación para los sectores más vulnerables.
También es reconocido por haber
fundado la primera biblioteca del país, la denominada Biblioteca de la
Academia, que en 1970 se convirtió oficialmente en la biblioteca central de la
UNAH.
Padre de la
poesía hondureña
José Trinidad Reyes es considerado
el iniciador de la poesía en Honduras. Su producción literaria incluye las
primeras manifestaciones teatrales centroamericanas conocidas como pastorelas,
que mezclaban elementos neoclásicos con toques populares y románticos. Estas
piezas eran representadas en festividades religiosas y se convirtieron en una
expresión artística única en su época.
Comprometido
con los derechos sociales
Más allá de su labor académica y
literaria, Reyes fue un defensor de los derechos de la mujer, un luchador
contra la pobreza y un firme creyente en la justicia social. Promovió la
inclusión educativa y trabajó activamente para que los sectores más necesitados
tuvieran acceso al conocimiento.
José Trinidad Reyes falleció el 20
de septiembre de 1855 en Tegucigalpa, pero su legado continúa inspirando
generaciones.