En el corazón de Comayagua late el
tiempo desde hace más de 900 años. Allí se encuentra uno de los relojes más
antiguos del mundo, una verdadera joya histórica. Fue construido alrededor del
año 1100 d.C. por los moros en el majestuoso Palacio de la Alhambra, en
Granada, España.
Siglos
después, este testigo del tiempo emprendió un viaje sorprendente hasta
encontrar su nuevo hogar en la Catedral de Comayagua. Hoy, sigue marcando las
horas, convirtiéndose en un símbolo vivo del legado cultural e histórico que
une a dos continentes.