A tan solo dos días del inicio del cónclave, el esperado humo blanco salía por la chimenea instalada en la Capilla Sixtina y así anunciaba al mundo entero la elección del nuevo sucesor de San Pedro; el Cardenal Robert Prevost, de nacionalidad estadounidense-peruana, apareció en el balcón, frente a la Plaza de San Pedro, bajo el nombre de León XIV, convirtiéndose en el 267.º Pontífice.
Entre gritos y algarabías, más de 20 mil fieles daban sus felicitaciones al nuevo Papa León XIV, quien desde aquel balcón reflejaba su emoción, incluso entre unas cuantas lágrimas, y con unas cuantas hojas en mano, estaba listo para dar su primer mensaje al mundo entero.
“La paz esté con vosotros” fueron las primeras palabras del recién elegido Papa, una frase muy conocida por los fieles creyentes, ya que así fue como Jesús saludó a sus discípulos al aparecerse frente a ellos, después de su resurrección.
El Papa León XIV, en su primer mensaje como pontífice, inició agradeciendo el legado del difunto Papa Francisco; a continuación, hizo un llamado a la paz y enfatizó en una Iglesia constructora de puentes, donde todos sean acogidos sin distinción, ya que “Dios nos ama a todos”, expresó Prevost.
En su discurso aprovechó para enviar un saludo a la Diócesis de Chiclayo en Perú, lugar donde sirvió como obispo desde el 2014, cuando fue asignado por el Papa Francisco como administrador apostólico.
El Cardenal Prevost cuenta con una trayectoria amplia enfocada en la misión, una vida humilde y la educación, muy acorde con la orden de agustinos a la cual pertenece.