La consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, presentó su
renuncia condicionada ante la Secretaría del Congreso Nacional, argumentando
que la decisión fue motivada por presiones y amenazas dirigidas a su familia.
En su carta, Hall establece como condición que su renuncia solo sea
válida si en el mismo acto de su aceptación se elige al sustituto o
sustituta que el Partido Liberal proponga para ocupar su lugar.
Sin embargo, esta condición generó de inmediato una nueva controversia
en el Congreso Nacional, donde las dos principales fuerzas políticas —Libre y
el Partido Nacional— mostraron su desacuerdo y capacidad de bloqueo.
El presidente del Legislativo, Luis Redondo, explicó que se requieren 86
votos tanto para aceptar la renuncia como para proceder a la elección del nuevo
consejero. Además, indicó que el candidato propuesto por el Partido Liberal,
Jhosy Toscano, deberá primero renunciar a su cargo como diputado suplente,
luego presentar su dimisión como candidato ante el CNE y finalmente
someterse a una votación legislativa donde también se necesitarán 86 votos para
su nombramiento.
La bancada de Libre, a través de su lideresa Rixi Moncada, adelantó que
no respaldará con ningún voto lo que calificó como una propuesta
del “bipartidismo”.
Por su parte, el jefe de la bancada nacionalista, Tomás Zambrano,
condicionó el apoyo de su grupo parlamentario a que el Partido Liberal renuncie
a la presidencia del CNE prevista para septiembre y a que se elimine el sistema
de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), ya aprobado.
Entretanto, Ana Paola Hall declaró que continuará ejerciendo sus
funciones en el CNE hasta que su renuncia sea formalmente aceptada y se haya
elegido a su reemplazo.